¡Qué día en Orlando, eh?! El Manchester City no solo le ganó a la Juventus por 5 a 2, sino que dio una verdadera lección de fútbol. Fue un espectáculo que dejó al descubierto los problemas de la Juve y dejó claro quién está en la cima del fútbol mundial.

¡El ambiente en el estadio estaba simplemente eléctrico! Y no era para menos, ¿no? No era un partido cualquiera, era el gran estreno del Super Mundial de Clubes. Y qué partido para comenzar: el City de Guardiola contra la Juventus de Tudor. Se jugaba el liderazgo del grupo y, lo más importante, la oportunidad de evitar al Real Madrid ya en octavos. ¡La cosa estaba seria!

Como era de esperar, el City comenzó dueño del partido. La pelota parecía un imán en los pies de sus jugadores. Y no tardó en comenzar el espectáculo de verdad. A los nueve minutos, Doku, volando por la izquierda, dejó en ridículo a la zaga, cortó hacia adentro y... ¡GOOOOOLAZO! Mandó la pelota a la escuadra, sin ninguna posibilidad para el portero. ¡Qué pintura! 1 a 0.

Ahí pensamos: "listo, va a ser un paseo". Pero el fútbol es una caja de sorpresas, ¿no es cierto? Dos minutos después, Ederson, que normalmente juega muy bien con los pies, dio un regalo que nadie esperaba. Simplemente entregó la pelota a los pies de Koopmeiners, que vio el arco vacío y solo agradeció. ¡1 a 1! El estadio quedó en silencio. De la nada, el gigante inglés había cometido un grave error.

Ese gol debía ser la inyección de ánimo que la Juventus necesitaba. Pero, en vez de despertar, el equipo italiano simplemente se derrumbó. Y para empeorar, a los 26 minutos, llegó una jugada bizarra. Un centro sin mucho peligro en el área, y el defensor Kalulu, solo, se tropezó y marcó un gol en contra increíble. ¡Para llorar!

Eso fue la gota que colmó el vaso. La confianza de la Juventus, que venía de siete partidos sin perder, desapareció. El equipo parecía un fantasma en el campo, y el City, que no es tonto, se dio cuenta enseguida de que la noche era suya.

La Lección de Guardiola

Si el primer tiempo tuvo sus sustos, el segundo fue un monólogo del City. Guardiola, viendo la fragilidad de la Juve, puso a sus monstruos en el campo: Haaland y Foden. ¿El resultado? ¡Un destrozo inmediato!

El cometa Haaland solo necesitó siete minutitos para hacer lo que mejor hace. Recibió un pase de Matheus Nunes y disparó al arco. ¡Y qué marca, eh? ¡Era el gol número 300 en su carrera! Un absurdo para un chico tan joven. Con 3 a 1 en el marcador, la cuenta estaba saldada.

Y con Rodri de vuelta, jugando con precisión en el mediocampo, no hubo rival. El español fue el dueño del partido, dictando el ritmo y no dejando respirar a la Juventus. Todo el equipo parecía bailar la misma música, ¡fue impresionante!

¡Ahí la puerta se abrió de par en par! A los 69, Foden también anotó, después de una jugada espectacular de nuestro brasileño Savinho, que le regaló el gol. ¿La defensa de la Juve? Solo lo vio, pobrecita. Y para cerrar la noche con broche de oro, el propio Savinho decidió dejar su marca. ¡Qué GOLAZO de fuera del área! La pelota explotó en el travesaño y entró. ¡Un golazo para coronar una actuación de gala! 5 a 1. Una paliza.

La Juventus incluso marcó un gol de honor con Vlahović al final, después de un pase genial del joven Kenan Yıldız (¡este chico juega mucho!), pero ya era tarde. Solo sirvió para disminuir un poco la vergüenza.

Y Queda la Lección...

Al final de cuentas, los números no mienten: fue una masacre. Posesión de balón, remates... ¡el City dominó todo! El entrenador de la Juve, Igor Tudor, venía haciendo un buen trabajo, pero esta vez se equivocó mucho en la estrategia. Contra un equipo como el City, no se puede fallar.

Esta noche en Orlando demostró que este nuevo Mundial tiene todo para ser un éxito. Hubo partidazo, rivalidad, emoción... ¡todo lo que nos encanta del fútbol! Para el City, fue una prueba más de que son el equipo a vencer. Para la Juventus, una lección de realidad para entender lo que les falta para llegar allí. Y para nosotros, ¡un sabor increíble de lo que el fútbol del futuro nos reserva!