En el corazón de las montañas de Estiria, el Gran Premio de Austria de 2025 se convirtió en un punto de inflexión para la temporada de Fórmula 1. Lo que comenzó con expectativa, terminó con giros inesperados, consagraciones, frustraciones y el renacimiento de una nación apasionada por el automovilismo. Más que una simple carrera, Spielberg ofreció un espectáculo dramático que conmovió a pilotos, equipos y aficionados de todo el mundo, especialmente a los brasileños, que vibraron con el primer punto verde y amarillo en la élite del deporte desde 2017.

McLaren confirmó su fase avasalladora con una doble victoria impecable, Lando Norris venció después de una batalla de alto nivel con Oscar Piastri, y Gabriel Bortoleto conquistó sus primeros puntos en la categoría con una actuación segura, madura y emocionante. Mientras tanto, Red Bull se hundía en crisis justo en casa, abandonando cualquier vestigio de favoritismo con un fin de semana más para olvidar.

El inicio: drama antes de la salida

La tensión comenzó temprano. En la vuelta de formación, el coche de Carlos Sainz se incendió, obligando al español de Williams a abandonar incluso antes de alinearse en la parrilla. El incidente retrasó la salida en casi 20 minutos, añadiendo más nerviosismo a un día ya rodeado de expectativas.

Y el caos apenas comenzaba. Justo en la tercera curva de la primera vuelta, Max Verstappen, la esperanza de Red Bull ante su público, tuvo la carrera terminada abruptamente después de ser golpeado por el novato Kimi Antonelli. El joven de Mercedes erró el punto de frenado y chocó violentamente con el RB21 del holandés. Ambos abandonaron inmediatamente, y se activó el coche de seguridad.

El final precoz de Verstappen no fue solo un desastre personal; fue simbólico. Representó la caída de un equipo que, hasta hace poco, parecía imbatible. En 2025, sin embargo, Red Bull ha luchado contra un coche inestable, sensible a las variaciones de la pista y que, en el Red Bull Ring —irónica y cruelmente— no pudo competir.

La guerra civil naranja: McLaren domina y emociona

Sin Verstappen en carrera, la prueba pronto se convirtió en un espectáculo exclusivo de McLaren. Lando Norris y Oscar Piastri, que ya venían dominando el campeonato, protagonizaron una de las batallas más emocionantes de la temporada. Piastri salió mejor, superó a Charles Leclerc en la primera curva y se pegó a Norris en la primera vuelta.

Lo que siguió fue un duelo de altísimo nivel técnico y psicológico. Los dos compartieron curvas con coraje y respeto, intercambiaron posiciones y casi se tocan en más de una ocasión. Piastri llegó a asumir la punta por algunos metros, pero Norris, experimentado y cada vez más frío bajo presión, retomó el liderazgo con una maniobra digna de repetición.

La decisión llegó en los boxes. Con estrategias reflejadas, Norris fue llamado primero y ejecutó un undercut quirúrgico. Volvió delante de su compañero y, con pista limpia, consolidó la ventaja. A pesar de un problema en el morro delantero en las últimas vueltas, el británico aguantó la presión y cruzó la línea de meta con poco menos de tres segundos de ventaja sobre Piastri.

Fue su tercera victoria del año, la más sufrida y, quizás, la más simbólica. McLaren ahora lidera cómodamente el Mundial de Constructores, y el campeonato de pilotos se convirtió en una batalla doméstica. Con los abandonos de Verstappen, es entre Norris y Piastri que el título será decidido —una guerra fría librada dentro de los boxes del mismo equipo.

Bortoleto brilla y rescata el orgullo brasileño

Si McLaren tuvo su día de gloria, el momento más emocionante quedó reservado para el pelotón intermedio. Gabriel Bortoleto, debutante brasileño de Sauber, salió octavo y terminó en la misma posición, pero la historia detrás de esto vale mucho más que los cuatro puntos conquistados.

Con una conducción limpia, estratégica e increíblemente madura, el joven de 19 años se mantuvo fuera del caos inicial, ahorró neumáticos, aprovechó los momentos correctos para atacar y, al final, protagonizó un duelo electrizante con nada menos que Fernando Alonso. El experimentado español llegó a perder la posición ante Bortoleto en la penúltima vuelta, pero devolvió el golpe inmediatamente después. Aun así, el brasileño no se intimidó, presionó hasta la última curva y cruzó en octavo, recibiendo los aplausos de todo el equipo Sauber en los boxes.

Fue el primer brasileño en sumar puntos en la F1 desde Felipe Massa en Abu Dhabi, 2017. Más que eso, fue un hito simbólico. Un chico, en su temporada de debut, demostró que puede cargar con el peso de un país y aún así ofrecer un rendimiento de un profesional experimentado. Fue elegido "Piloto del Día" por los aficionados, coronando un fin de semana que entrará en la historia.

Ferrari y Mercedes: regulares, pero insuficientes

Charles Leclerc completó el podio con una actuación sólida, pero sin brillo. Ferrari mostró consistencia, colocando también a Lewis Hamilton en cuarto, pero no tuvo ritmo para luchar con McLaren. Mercedes vivió una montaña rusa: Russell salvó un buen quinto lugar, mientras que Antonelli, con el error en la primera vuelta, puso un punto de interrogación sobre su capacidad para mantenerse competitivo bajo presión.

Nuevo panorama del campeonato

Con los resultados de Austria, Oscar Piastri sigue liderando el campeonato con 216 puntos, seguido de cerca por Lando Norris con 201. Max Verstappen, ahora distante, cayó a 155, una diferencia que comienza a parecer insuperable. En el Mundial de Constructores, McLaren abrió ventaja: 417 puntos contra 210 de Ferrari.

Red Bull, que comenzó la temporada como favorita, ahora es solo la cuarta fuerza, con 165. Un giro impresionante, digno de los mejores guiones del deporte.

Lo que viene

El circo de la Fórmula 1 ahora se dirige a Silverstone, casa de Norris y McLaren. El escenario está preparado para un nuevo capítulo de esta batalla interna. ¿Oscar Piastri devolverá el golpe? ¿Podrá Ferrari reaccionar? ¿Y Brasil, verá a Bortoleto subir un escalón más?

Una cosa es segura: después de lo que vimos en Austria, nadie duda de que 2025 entró en modo historia.